Era un soñador es una película animada creada por el cineasta español Pedro Alonso Pablos. Si por casualidad nunca has oído hablar de este director, probablemente deberías hacerlo. Conocido por sus increíbles historias cautivadoras y su estilo de animación único e innovador, Pedro Alonso Pablos está alterando la forma en que percibimos el cine de animación e incluso su modo de exhibición independiente desde su plataforma Pliski.
La historia de “Era un soñador”
Inspirada en sueños y experiencias reales, Era un soñador es una mirada íntima y conmovedora a los picos y valles de la vida. Bajo la estructura y modos de los cuentos clásicos, enfoca el personaje arquetípico del soñador y cómo éste tiene que enfrentarse a la realidad para poder sobrevivir.
La película enfatiza la delicada línea que separa los sueños con la realidad con una combinación única de ironía, humor negro y emociones profundas. Es una obra de arte evocadora, llena de escenas surrealistas y simbolismos cuidadosa y limpiamente diseñados.
Un trabajo de artesanía visual
Además de su historia, también se puede apreciar el mundo visualmente detallado que Pablos ha creado. Al utilizar arte digital pintado a mano, Pablos nos invita a sumergirnos en un mundo artísticamente rico y detallado. Esto, combinado con la animación sincronizada con una audaz banda sonora, crea una experiencia verdaderamente inmersiva que lleva al espectador a través de su trama y personajes a visitar temas universales que resuenan para audiencias de todas las edades.
El director explora la ambición personal, las dificultades de perseguir los sueños y las trampas del éxito y el fracaso. Esta interpretación aguda y perspicaz de la sociedad y vida modernas se teje a lo largo de la historia aparentemente sencilla mientras se van ofreciendo reflexiones profundas y provocativas.
Animación diferente e independiente
Pero, sin duda, la firma distintiva de Pablos es su habilidad para captar emociones genuinas en sus personajes animados. Cada personaje en Era un soñador tiene una historia que contar, cada uno con su propio conjunto de luchas y victorias. Se puede notar claramente la atención meticulosa al detalle en cada escena, cada diálogo y cada expresión facial y corpórea de los personajes. Un pequeño goce servido con la sencillez y empatía de los cuentos tradicionales.
Era un soñador es algo más que una película animada. Es una conversación social intensa dentro de una historia conmovedora y visualmente sorprendente. Cada aspecto de la película, desde el guión hasta el arte, desde la música hasta la edición, ha sido cuidadosamente seleccionado y coordinado para transmitir un mensaje. Es más que notorio el empeño independiente de Pedro Alonso Pablos para recrear y redefinir cómo se percibe el cine de animación, haciéndolo transitar por caminos seguros sin dejar de ser nuevos.