
En un país con una diversidad cultural como la española, la Ley de Propiedad Intelectual y su respeto constituye una fuente de riqueza, no sólo para los autores de las obras. Millones de personas visitan nuestro país admirados por este hecho o asisten a muestras de cine español conscientes de que a pesar de su escasez, nuestros cineastas tienen la virtud de pulir varias joyas a lo largo de su carrera.
Vemos con estupor como aficionados al cine e incluso colegas de otros blogs ensalzan, admiran y desbrozan con esmerado criterio películas y series que han visto mediante descarga ilegal. Sorprendentemente, algunos de estos colegas han soportado mal que se utilice alguno de sus textos sin permiso, en esa extraño cortocircuito que se produce en su cerebro cuando se trata de evaluar sus actos o los de los demás. El respeto a los derechos de los cineastas y profesionales audiovisuales debe ser un pilar en cualquiera que se precie como amante del cine.
No pretendemos entrar en un debate sobre la piratería, desde CineCrítico apoyamos un modelo de exhibición en cine y online que tenga en cuenta el tipo de película, el medio donde se ve y las condiciones y calidad de la proyección para fijar su precio. Por poner un ejemplo, no puede costar lo mismo ver una superproducción americana un sábado por la tarde que una película iraní el martes por la noche en una sala pequeña o de madrugada en el ordenador de casa. Regular al máximo la oferta a las condiciones de la demanda siempre ha sido una buena manera de luchar contra las ilegalidades de un mercado.
Para los que somos habituales consumidores de cine y, en el riguroso respeto a los creadores, también compradores y coleccionistas de sus obras, la búsqueda en Internet de la mejor oferta para hacernos con la película o serie deseada siempre ha sido una odisea. Horas de búsqueda, suscripciones por email y rastreo de webs de otros países o en páginas de subastas es algo característico entre quienes compramos cine y series, sin contar los desagravios que los cambios de formato han provocado a nuestro bolsillo. ¿Recordáis el láser-disc?

Amazon vino a paliar en gran medida esas búsquedas agotadoras al disponer de un stock amplísimo de cine y series, pero al poco tiempo esta ventaja inicial se convirtió también en un problema: su extensísimo catálogo y la fluctuación constante de los precios convertía muchas veces lo que considerabas una buena compra en una frustración. Afortunadamente, esta carencia de Amazon en su inmensa web se va superando por iniciativas como Adquisitio, un rastreador de ofertas en DVD y Blu-ray que permite estar informado con facilidad de aquellas películas y series que andes buscando comprar, incluso con una serie de herramientas que te ayudan con la tarea:
- Rebajas en las últimas horas por categorías
- Alertas de precio personalizadas
- Gráficos de la evolución del precio
- Comparación del precio con todos los Amazon
Adquisitio y web similares constituyen una buena iniciativa en la medida que resuelven el problema de encontrar lo que necesitas con menos esfuerzo. Recomendamos que le echéis un vistazo, colegas del gremio de la crítica incluidos, porque responde en cierto modo a ese ajuste de la oferta y la demanda que promovemos y que, en la forma en que ayude a encontrar mejores precios de los productos, colaborará en la disminución de las descargas ilegales.
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