Guerra Mundial Z, la película de la que es protagonista y productor Brad Pitt, sigue haciendo honor a su nombre, dando guerra. Después de retrasar su estreno más de 6 meses, los problemas continúan:
- Han tenido que meter tijera a las escenas donde se sugería que la pandemia zombie (¿o son infectados?) empezaba en China y, con esto, evitar enfadar a los mandamases de la nueva gran potencia.
- Tras un primer visionado, los productores tuvieron que contratar al guionista de Perdidos y Truñotheus, perdón, Prometheus, Damon Lindelof para que intentara arreglar el desaguisado. Si en la peli aparece un oso polar y al final los zombies se convierten en humo negro, no os quejéis. Avisados estáis.
- Como apenas se habían pasado de presupuesto y el plan de rodaje se había cumplido con puntualidad británica (léase esto con retintín irónico), 6 meses después de finalizar el rodaje decidieron grabar más escenas. Consecuencias: retraso del estreno de diciembre de 2012 a agosto de 2013 y aumento del presupuesto de 125 millones de dólares a unos 200.
- Para colmo, los fans del libro están que trinan porque se rumorea que la adaptación es más que libre, vamos, que se parecen como un huevo de Alien a la bellota de Ice Age. Tampoco pasa nada porque, ¿alguien me puede explicar dónde está el atractivo de un libro que describe en tono periodístico cómo la humanidad consiguió superar una pandemia zombie? El encanto del género zombie reside en la angustia constante ante la idea de ser atrapado, mordido, mutilado e infectado por un ser apestoso e inasequible al desaliento (lo que me gusta esa frase). Por lo tanto, un libro donde los hechos narrados se presentan en forma de entrevistas a los supervivientes, con un estilo frío y sin carnaza, me gustó entre cero y nada. Que sí, que va de original, que sí, que quiere dar una vuelta de tuerca al género… pero vamos, el resultado, es más soso que una comedia de Meg Ryan, ¡qué digo!, de Jennifer López. Y ya paro, que estamos hablando de la película, no del libro.
Tendremos que esperar hasta el 2 de agosto (si no se vuelve a retrasar) para comprobar si ha merecido la pena tanto esfuerzo. Y ya veremos si consiguen recaudar lo invertido.
Pobre Brad Pitt, es montar una peli de zombies y se le mueren los no-muertos.
