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LAS DOS CARAS DE LA JUSTICIA

Las dos caras de la justicia

Las dos caras de la justicia, película dirigida por Jeanne Herry, es una alentadora mirada a la justicia restaurativa.

Tras optar a los premios César a la mejor película, la mejor dirección y el mejor guion original por En buenas manos, Jeanne Herry nos regala otro conmovedor título en torno a la resistencia del espíritu humano, con Adèle Exarchopoulos (La vida de Adéle) al frente de un reparto coral extraordinario.

Cartel

Las dos caras de la justicia

Las dos caras de la justicia: sinopsis

La justicia restaurativa ofrece a víctimas y agresores la oportunidad de dialogar en un entorno seguro, bajo la supervisión de profesionales y voluntarios. Nassim, Thomas e Issa, sentenciados por robos con violencia, se ven las caras con Grégoire, Nawelle y Sabine, víctimas de ese mismo delito.

Entretanto, la joven Chloé, víctima de violación, debe reencontrarse con su pasado. Por el camino, todos ellos experimentan la ira y la esperanza, el silencio y la palabra, las alianzas y las rupturas. La confianza recobrada. Y, al final del camino, quizá, la reparación del alma.

Jeanne Herry, directora

Después de En buenas manos, me encontraba buscando un nuevo proyecto y empecé a investigar sobre dos temas que me interesaban: el funcionamiento del cerebro y el sistema de justicia penal. Siempre me han fascinado las noticias, los juicios, las grandes figuras de la delincuencia y la abogacía… Un día, me topé con un podcast sobre justicia restaurativa. De entrada, me intrigó, y luego me cautivó. Lo que me llamaba la atención del proceso era precisamente lo que motivaba mi investigación sobre el cerebro: la reparación.

Lo que conecta ambas cosas es el vínculo. Cara a cara, víctimas y agresores pueden compartir sus emociones y experiencias, y forjar una nueva relación en la que a veces la empatía prima sobre el miedo. Esta reparación mediante la acción colectiva y la recreación tiene mucho en común con la plasticidad del cerebro, que le permite repararse a sí mismo recreando conexiones.

La justicia restaurativa se convirtió de repente en un campo de juego; el escenario ideal para escribir una película impactante, con escenas llenas de acción psicológica y mucho espacio para el diálogo. Todo lo que me gusta. Durante mi investigación, una de las personas que conocí me dijo: “El objetivo de la justicia restaurativa es liberar emociones a través de las palabras”. Eso era lo que quería dramatizar.

Algunos de los personajes pertenecen a la abogacía o a asociaciones y su compromiso con la justicia restaurativa parece dar un nuevo sentido a su profesión. Probablemente sea porque van a contracorriente de nuestro tiempo. Está muy lejos de la histeria de los debates, las divisiones, los enfrentamientos constantes y la algarabía que cae como un grifo abierto. Es todo lo contrario: un momento en el que personas aparentemente irreconciliables pueden enfrentarse cara a cara para redescubrir la escucha. Y para permitirles volver a ser protagonistas de su propia vida.

Las dos caras de la justicia: tráiler

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