La leyenda de que el Banco de España es inexpugnable y no se puede atracar no asusta a Thom Johnson (Freddie Highmore), el brillante y joven ingeniero reclutado para averiguar cómo acceder a su interior.
El objetivo es un pequeño tesoro que va a estar depositado en el banco solo diez días.
Diez días para descubrir el secreto de la caja, diez días para urdir un plan, diez días para preparar el asalto, diez días para aprovecharse de un plan de fuga irrepetible, cuando la esperada final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica reúna a cientos de miles de aficionados a las puertas del propio Banco.
Diez días para alcanzar la gloria… o para acabar en prisión.
Tráiler
Crítica
Cualquiera que haya vivido el tiempo suficiente en Madrid habrá oído el mito sobre que bajo la fuente de Cibeles está la cámara acorazada con el oro depositado en el Banco de España y que es la propia agua de la fuente quién la protege.
Esta leyenda urbana, lejos de ser un chascarrillo con el que entretenerse en las noches felices que se pueden disfrutar en la capital de España, es aproximadamente cierta. A muchos se les olvida, y hay una legión de políticos y militantes de izquierda encargados de que así haya sido durante décadas, que España fue la mayor potencia económica del mundo, la madre de la globalización y la que, por tanto, acumulaba mayor conocimiento cultural, artístico, técnico y científico.
Las películas que se podrían hacer sobre la historia de España y sus protagonistas son incontables. Sin embargo, ahora ese poder económico está en Estados Unidos y es más fácil que conozcamos a los redactores del Washington Post en los años 60 que a los españoles que alumbraron parte de la civilización de la que disfrutamos hoy.
Por eso es una enorme alegría que una película de ficción recoja siquiera como argumento circunstancial una de esas realidades olvidadas y la ponga en el inconsciente colectivo de la cultura audiovisual de nuestro tiempo como hace Way Down.
El magnífico director español Jaume Balagueró pone imágenes a una cinta de género ortodoxa producida y protagonizada por el actor Freddie Highmore. Highmore residió en España un tiempo, vivió en el centro de la ciudad y tenía por costumbre transitar por su bares durante su inmersión idiomática para escuchar y hablar español con quiénes iban allí a ver los partidos de fútbol.
No sabemos si el origen de esta cinta proviene de alguna de esas experiencias de bar de Highmore donde pudo oír lo de la cámara acorazada de Cibeles o si conoció la existencia del guión y quiso involucrarse en él por simpatía. Sea como fuere, lo ha aprovechado para empezar a interpretar roles más adultos que los que había hecho hasta ahora y abrirse camino en el cine más taquillero, sin dejar de aprovechar esa faceta de chico introvertido e inteligente por la que es popularmente conocido gracias a la serie The Good Doctor, también producida por él e incluso donde ha dirigido algún capítulo con destreza.
Balagueró firma una cinta de acción y aventuras impecable, como solo cabe esperar de un realizador perfectamente dotado para el cine que siempre busca superarse en cada nuevo proyecto, sea personal o de encargo. Con un reparto internacional y clara vocación de espectáculo, Way Down es un entretenimiento de gran calidad perfectamente elaborado, de ritmo gradual hasta su clímax final que, inteligentemente, coincide con la victoria de la Selección española en el Mundial de Fútbol de 2010.
Aunque la película evita interpretaciones históricas paralelas, hay que agradecer que su guion pueda despertar algún interés sobre la historia de España y como Inglaterra rivalizaba con ella principalmente robando sus tesoros y conocimientos hasta que siglos más tarde se convirtiera en potencia mundial. Y también que haga un retrato de la España contemporánea, sus gentes y sus organismos completamente digno y alejado de la chabacanería negrolegendaria que suele acompañar a cualquier retrato de este país en el cine.