El costumbrismo parece haber acaparado las taquillas de todos los países europeos de nuevo. No es un fenómeno reciente. En España actores como Alfredo Landa o Paco Martínez Soria representaron durante años caracteres patrios con gran éxito en comedias manufacturadas que vistas ahora crecen en valor por reflejar la sociedad y formas de su tiempo.
En años más recientes ha sido Francia la que ha renovado la moda del cine costumbrista gracias a la comedia protagonizada y dirigida por Dany Boon, Bienvenidos al norte (2008). En España, el fenómeno llegó con 8 apellidos vascos (Emilio Martínez Lázaro, 2014) y su secuela, modelo que aún da réditos en taquilla gracias a los modismos y caracteres de nuestras regiones mediante gags reconocibles trasladados, en muchas ocasiones, desde formatos televisivos.
En Italia esta moda parece estarla explotando con fortuna el tándem formado por el director y guionista Gennaro Nunziante y el actor Checco Zalone, una suerte de Landa italiano de nuestro tiempo. Un italiano en Noruega es la cuarta película juntos y ha batido todos los récords de taquilla en Italia con más de 10 millones de espectadores.
Crítica
No puede ser más pertinente y acertado el estreno de esta película en España porque su argumento ronda la vida de un funcionario que hace lo imposible por evitar un despido ante el afán del nuevo Ministro de Interior por hacer más eficiente la Administración del Estado.
Zalone borda el hilarante papel del funcionario treinteañero que lleva una vida absolutamente acomodada desde la infancia sin haber hecho el más mínimo mérito ni esfuerzo. Paz y confort que se ven alterados por los rocambolescos destinos que le propone la Secretaria de Estado para conseguir su renuncia voluntaria al puesto.
divertída película llena de situaciones y personajes reconocibles que hará las delicias del público español por la equivalencia social
Con una cámara que se limita a filmar de un modo eficaz las cortas secuencias en los escenarios conscientemente impostados para la acción, el dúo Nunziante – Zalone factura una divertída película llena de situaciones y personajes reconocibles que hará las delicias del público español por la equivalencia social.