Un adolescente problemático que trata de superar la separación de sus padres se ve inmerso en una lucha contra una bruja de más de mil años de edad que vive bajo la piel de su vecina.
Crítica
Tiene la virtud de sortear los caminos trillados del género de terror para lograr una película muy equilibrada donde interesan tanto las situaciones y personajes adolescentes como la genuinamente efectista, que en ningún momento resulta excesiva.
Aunque sus giros recuerden al cine de Shyamalan, en su guión, planteamiento de escenas y montaje se respira una cultura cinematográfica digna del mejor Raimi y Carpenter.