Un cazador reformado (Nikolaj Coster-Waldau) que vive separado de la sociedad en un paraje natural perdido entre la maleza se ve inmerso en el juego del gato y el ratón cuando el Sheriff local (Annabelle Wallis) se decide a capturar al asesino de su hija.
Crítica
No hay historias repetidas, sino mal contadas.
The Silencing es un suspense que recorre el camino de cientos de antecesores sin que en ningún momento decaiga su interés ni parezca una historia manoseada.
El secreto es un guión inteligente del debutante Micah Ranum construido con secuencias breves que nunca recrean ni subrayan más información de la necesaria para entender su trama.
Encomiable es, por poner un ejemplo, el flashback que explica lo sucedido con la hija del protagonista: una secuencia resuelta en apenas 4 planos y 2 frases de diálogo que pone a trabajar en la cabeza del espectador todo lo que sabemos del género y del personaje para saber qué ha pasado.
Robin Pront en su segundo filme no necesita ni 100 minutos para demostrar talento con estas secuencias de trazo firme, donde los personajes se definen por sus acciones y cuyo estilo no se altera ni al ejecutar los interesantes giros del guión.