Grace (Riley Keough) y Richard (Richard Armitage) acaban de comenzar su relación. Esto supone un pequeño inconveniente para los hijos de este (Jaeden Martell, Lia McHugh), que no terminan de aceptar a la nueva pareja de su padre.
Para su desgracia, estos tienen que pasar las Navidades con Grace en una cabaña solitaria, alejada de la ciudad. Sin embargo, el trío comienza a conectar aunque resulta ser en el peor momento posible.
Unas fuerzas sobrenaturales comienzan a ser las protagonistas de unos extraños eventos en la cabaña, unos eventos que amenazan con despertar el tortuoso pasado de Grace.
Cartel
Crítica
Suspense psicológico de mínimos elementos cuyo guión maneja con habilidad el conocimiento de la realidad, parcial o distorsionado, de sus protagonistas para crear incertidumbre en el espectador.
La acertada puesta en escena y elección de planos, basados en simetrías y ángulos subjetivos, junto a las interpretaciones, ambos sin estridencias, completan un conjunto molesto e inquietante que remite modestamente al cine de Haneke y Polanski.