Un expatriado americano trata de vender su altamente rentable imperio de la marihuana en Londres, desencadenando complots, esquemas, sobornos y chantajes en un intento de robarle su dominio.
Crítica
Guy Ritchie ha conseguido que su estilo sea ya casi un subgénero del thriller. Percutivo, sintético en lo narrativo e hipertrofiado en la acción violenta y la estética de múltiples referencias (videoclip, publicidad, cine clásico…), cuenta con tantos adeptos como detractores.
Puede que esta sea su película más refinada al menguar en parte el aspecto frívolo y violento en favor de una estructura más fluida sin perder su habitual complejidad, incluyendo el juego metanarrativo con su propio guión.
Decisión quizá tomada por contar con un reparto muy sólido con un notable Hugh Grant y los siempre estimulantes Charlie Hunnam, Matthew McConaughey y Colin Farrell.
Una buena película que puede tomarse como canónica para conocer su aportación como cineasta.