Después de que la hija de Sang-Won, Yi-Na, desaparezca sin dejar rastro de su nueva casa, un hombre misterioso contacta con la familia para sugerirle que la busque en el armario.
Crítica
Esta película de terror ligeramente inspirada en el clásico Poltergeist nos acerca una vez más la excelencia técnica y artística con la que se hace cine en Corea actualmente.
Kwang-bin Kim demuestra en su primera cinta tener un gran pulso para el ritmo narrativo, algo que ayuda inmediatamente a olvidar los escasos elementos que maneja en la historia, junto a la progresiva dosificación de los efectos visuales a lo largo de su metraje.
Un montaje modélico, la gran interpretación de Nam-gil Kim y el acierto de un guión donde el espectador nunca sabe más que los protagonistas, cierran la perfecta factura de una película que no decepcionará al fan más exigente del género.