Indaga en los esfuerzos que tuvo que realizar Nikola Tesla a la hora de presentar al mundo una revolución energética que cambiaría para siempre el curso de la humanidad.
Crítica
Que Nikola Tesla no sea tan conocido como Stephen Hawking es algo difícil de entender. La cultura popular no se ha encargado de él como figura icónica del progreso y la ciencia, quizá porque es croata y no norteamericano y judío, en cuyo caso ya tendríamos hasta algún musical sobre su vida y romances.
También es extraño porque su vida estuvo tan llena de sucesos, descubrimientos y excentricidades que resulta sospechoso que más creadores no se hayan acercado a beber de ella. Como si hubiera una prohibición no escrita acerca de alabar su persona porque hacerlo conlleva a desprestigiar la de Thomas Alva Edison, un tótem norteamericano.
El caso es que por uno u otro motivo de Tesla sabemos entre poco y nada… y esta cinta intenta poner algo de remedio a ese vacío, sin mucha fortuna.
A pesar de que Ethan Hawke realiza un gran trabajo componiendo la figura distante y enigmática del genial inventor, la película realiza una pirueta narrativa y estilística para justificar su escaso presupuesto que termina por hacerlo aún más patente.
A pesar de ello, tiene alguna secuencia absorbente e inspirada. Pero el resto del tiempo nos pierde en un relato disperso, difuso y, como no, incorporando al personaje unos toques de socialismo utópico entre otras muchas licencias que se toma.
Por tanto, tendremos que seguir esperando la gran película sobre Tesla.