Dos paramédicos de Nueva Orleans (Anthony Mackie y Jamie Dorman) ven cómo sus vidas cambian de la noche a la mañana tras descubrir una serie de terribles muertes, al parecer causadas por una nueva droga de diseño que está causando estragos en la ciudad.
Tráiler
Crítica
La pareja de cineastas Justin Benson y Aaron Moorhead llamaron la atención por su propuesta en El infinito, una encomiable película donde con muy pocos elementos se conseguían grandes significados mezclando ciencia-ficción y suspense.
Esta Sychronic, que parece su salto a presupuestos más industriales, tiene unos 20 primeros minutos brillantísimos, donde siguiendo la pauta de sus tramas anteriores se nos coloca en el punto de vista de dos paramédicos que descubren lo que una droga de diseño, el Synchronic del título, causa entre sus consumidores hasta que uno de ellos descubre que la misma proporciona algo más que cambios de consciencia.
Con un tono y estilo a medio camino entre True Detective y Mindhunter, el comienzo de la cinta es brillante, arrebatador, hipnótico… para posteriormente convertirse en pueril, descuidado e irrelevante. Un entretenimiento propio de las televisivas Historias extraordinarias.
Es difícil saber las causas que convirtieron esta prometedora película algo fallido. Quizá sea inexperiencia de los realizadores ante un reto mayor o condicionantes de producción. El caso es que Synchronic nos deja decepcionados ante lo que podría haber sido una película de gran categoría, con una estética y narrativa muy trabajada e intensa que, por infrecuente, siempre son de agradecer.
Toca seguir esperando.