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Crítica LA MONTAÑA ENTRE NOSOTROS (Hany Abu-Assad, 2017)

La montaña entre nosotros - cartel

El director Hany Abu-Assad ha destacado en el panorama internacional por un par de emocionantes dramas sobre su nación de origen, Palestina. Omar (2013) y, sobre todo, Paradise Now (2006) fueron alabadas internacionalmente incluyendo la consecución de un Óscar.

Sin embargo Abu-Assad, de formación europea, no es un director localista. Su primer éxito ya le granjeó un contrato en Hollywood que dio lugar a The Courier (2012), un fallido drama de acción que logró superar volviendo temas conocidos en la mencionada Omar.

Abu-Assad, si embargo, no renuncia a su vocación de cineasta internacional y se pone al frente de este drama romántico y de supervivencia protagonizado por dos estrellas, Kate Winslet e Idris Elba. Sus condiciones como realizador son, a priori y por trayectoria, adecuadas, manejando con soltura tanto el drama íntimo como cierto nivel de acción. Y el material de origen, una exitosa novela de Charles Martin, proporciona elementos para conseguir una cinta de difusión mundial.

Cartel y fotos

Crítica

La montaña entre nosotros como producto cinematográfico es una excelente mezcla de factores de éxito, siendo el más inusual la mezcla de cine de supervivencia con drama romántico. La cinta en ningún momento pretende epatar sino ser un vehículo de calidad para una historia capaz de azorar nuestros sentimientos.

Con un buen arranque para presentar a los personajes, incluyendo un brillante plano-secuencia durante el accidente, el interés decae en el drama por sobrevivir que no logra trasladar la sensación de peligro al espectador.

La calidad y belleza de Kate Winslet son lo más notable de esta cinta comercial que mezcla con cierta originalidad supervivencia y drama romántico

Sin embargo, una vez establecido el conflicto de la relación, la cinta alza el vuelo gracias a unos interesantes planos (el cristal difuminado en el baño, el encuadre en el restaurante) que describen la impotencia de los amantes. Pero, sobre todo, por un gran trabajo de orfebrería interpretativa de Kate Winslet, capaz de multiplicar los matices que se esperan de su personaje en cada escena. La calidad y belleza de la actriz, extraordinariamente maquillada y fotografiada, son lo más notable de este producto.

Una historia que podría haber aspirado a más de haber desarrollado temas apuntados en sus protagonistas, como la confrontación entre intuición y racionalidad o lo infravalorado del sacrificio como elemento romántico, pero que transita por caminos más sencillos buscando un público más amplio.

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