La cuarta entrega de la serie Ice Age, Ice Age 4: La formación de los continentes (Steve Martino y Mike Thurmeier, 2012) continúa desarrollando su teoría de la evolución terrestre a partir de las hazañas del roedor Scrat (con la “voz” de Chris Wedge) y su ansia por conseguir una bellota.
En esta ocasión Scrat llegará hasta el núcleo del planeta provocando allí una serie de golpes que darán lugar a sacudidas del manto terrestre y su posterior rotura y separación, dando una divertida teoría alternativa acerca del movimiento de las placas tectónicas en nuestro planeta.
Todas estas turbulencias generarán derrumbamientos y tormentas marinas que afectarán a Manny (Ray Romano), Diego (Denis Leary) y Sid (John Leguizamo), llevándolos a una nueva aventura por los mares hasta toparse con un barco-iceberg pirata.
La virtud de este tipo de obras animadas, pensadas para los más pequeños pero con elementos que retengan también a los adultos, se encuentra en las múltiples referencias a otras obras que intentan parodiar u homenajear.
En este caso, algunos planos remiten a escenas de El Rey León (Roger Allers y Rob Minkoff, 1994), La tormenta perfecta (Wolfgang Petersen, 2000), Matrix (Hermanos Wachowski, 1999) e incluso un trasunto del Capitán Barbossa en Piratas del Caribe: La Maldición de la Perla Negra (Gore Verbinski, 2003), por citar los más explícitos.
Dejando a un lado las referencias de la película, Ice Age 4: La formación de los continentes no es otra cosa que una obra de animación para todos los públicos que divertirá a los niños sin aburrir demasiado a sus padres poniendo en valor la amistad, la valentía y la inocencia de sus personajes como modelos de comportamiento.