Una banda de ladrones planea un golpe aprovechando la llegada de un huracán, pero se encontrarán con un problema cuando la policía trata de evacuar a todo el mundo del edificio amenazado por el huracán.
Crítica
¿Puede una película de catástrofes no poner en peligro a sus protagonistas? ¿Puede un thriller no tener suspense? ¿Puede una comedia intentar que nadie se ría? ¿Puede un humilde edificio de apartamentos en Puerto Rico albergar la mayor pinacoteca del mundo codiciada por unos atracadores de bancos? Eso y mucho más es esta desconcertante pero a la vez sorpresiva cinta dirigida por Michael Polish.
Al igual que sucedía en aquel juego de mesa llamado Cluedo, el guión de Force of Nature mezcla estereotipos (un policía desacreditado, una médico eficiente, un nazi escondido, una víctima racial, la pareja de polis que se llevan mal y hasta un comisario retirado interpretado por Mel Gibson) para hilvanar un argumento sin sentido pero coherente en su forma cinematográfica, que va desgranando secuencias mil veces vistas para provocar al espectador al situarlo en un limbo entre la risa y la indignación incrédula.
Es muy probable que gran parte del público no entre al juego que propone, un laberinto de espejos cinematográficos que cuestiona las mismas formas del cine comercial que replica. Pero el espectador que lo haga podrá disfrutar con esta singular y valiente propuesta cada vez más extraña y escasa, que remite a clásicos en este ejercicio paródico como Golpe en la Pequeña China de John Carpenter.