Toda industria tiende a repetir sus productos de éxito. La del cine norteamericano también. A raíz de los movimientos antimilitaristas surgidos durante la guerra de Vietnam nació un subgénero cinematográfico que mostraba las consecuencias sufridas por los soldados al incorporarse a la sociedad civil. Quizá sea Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976) la cinta más representativa mostrando los problemas psicológicos y el vacío social provocado tras las experiencias militares.
El francotirador (Clint Eastwood, 2014) exploraba magistralmente la experiencia de uno de esos soldados desde su vocación inicial hasta su trágico desenlace, pasando por su principal aportación: la ausencia de épica cuando alguien cree simplemente que está cumpliendo su predestinación. Su guionista, Jason Hall, repite ahora un guión parecido basado en la novela Thank You for Your Service de David Finkel con el que debuta en la dirección.
Cartel y fotos
Crítica
Deber cumplido explora el perfil de 4 soldados que regresan de Irak tras un episodio militar traumático. Todos se ven afectados por distintos desórdenes emocionales y psicológicos tras lo sucedido allí y el guión explora brillantemente como cada uno lo afronta según su personalidad y circunstancias.
Hall estructura con habilidad el guión para ocupar las secuencias inicial y final con las imágenes crudas y violentas del incidente, donde se guarda sabiamente el giro que explica parte de la trama. Pero más allá del oficio como guionista por el que es reconocido, Hall se apoya en unas buenas interpretaciones para dirigir y explorar con cierta emoción las personalidades de los soldados y cómo buscan la salida a sus problemas.
Deber cumplido tiene la novedad de criticar los servicios sociales que reciben los veteranos de guerra, algo que ya se detecta en la ironía del título de la novela donde abreva. Y de certificar que 40 años después de Taxi Driver la primera potencia del mundo aún parece no saber qué hacer con sus veteranos. Con quiénes ofrecen sus vidas por mantener ese orden.