A medida que se asienta el polvo de las travesuras posteriores al multiverso, nuevamente estamos debatiendo si Marvel y el MCU siguen siendo algo bueno para la industria o muy dañinos, y solo empeoran las cosas con cada nuevo lanzamiento. Incluso ahora, hemos visto muchos proyectos nuevos, héroes que regresan, múltiples versiones de personajes y una gran cantidad de interconectividad de mayor alcance que incluso los fanáticos más fervientes tienen problemas para mantenerse al día. Aún así, cuanto más siguen funcionando esas cajas registradoras, más lo vemos aumentar, pero ¿realmente hay mucha más longevidad para la franquicia? ¿Pronto se doblegará bajo el peso de sus propias y poderosas expansiones? ¿Y realmente necesitamos una cuarta película que gire en torno a Thor?
Sí, después de su colapso mental, después de Endgame, después de que Thanos chasqueara esos largos dedos morados… Thor está de regreso para otra película bajo la atenta y juguetona mirada de Taika Waititi, cuya versión excéntrica y bulliciosa insufló nueva vida a un personaje que aparentemente había perdido fuerza en dos películas en solitario. Su Thor: Ragnarok es un rayo caleidoscópico alegre, caprichoso y electrizante que llevó al personaje a un nuevo estado. El neozelandés vio algo en Thor que no muchos veían y, a través de una lente inspirada en Jack Kirby, pudo resucitarlo cuando toda esperanza parecía perdida con gran éxito y bonanza de taquilla, por lo que era casi inconcebible que el director no lo repitiera.
Esto nos lleva a Thor: Love and Thunder, una cuarta entrega igualmente caótica pero brillantemente concebida que es tan divertida y eléctrica como su predecesora pero con una ventaja adicional, esta vez con gran impacto: Christian Bale, que cambia su capucha de murciélago por una espada asesina en su Gorr The God Butcher, uno de los villanos más complejos, fascinantes y amenazantes del UCM que hemos visto desde sus inicios. Sí, Cate Blanchett fue fantástica como Hela en Ragnarok (aquí también aparece en una forma “nueva”), pero el magnífico y reflexivo giro de Bale es tan bueno como puedas imaginar.
También tenemos a Mighty Thor en la forma de Natalie Portman, quien regresa después de su ausencia en Ragnarok, y ella también ayuda a insuflar nueva energía (y amor y truenos) junto al héroe estoico de Hemsworth y Tessa Thompson. Utilizando algunas historias de algunos cómics más recientes, la historia de Foster es una de segundas oportunidades y angustia que es más sustanciosa y significativa que sus anteriores participaciones, algo que probablemente la actriz habrá exigido para regresar.
Thor: Love and Thunder no deja de tener sus fallas, eso sí: a pesar de todo el estilo visual y los diseños y estilos hedonistas de Waititi, el humor se pierde algunas veces y no llega a las alturas a las que apunta. Pero en la interminable cinta transportadora de Marvel cuyo dominio mundial está mostrando signos de desgaste , este rayo de color y extravagancia está perfectamente sincronizado para darle el subidón de cafeína que podría decirse que necesitaba. El resultado a largo plazo de la operación, está por ver.
