Mientras disfruta de un permiso, un convicto logra escapar de la justicia con el objetivo de dar caza a los responsables de que se convirtiese en un asesino a sangre fría.
Su batalla es tan física como espiritual, pues busca redimir su alma de todos los años que invirtió manchando de sangre una ciudad fría y austera.
Cartel
Crítica
Jesse V. Johnson es uno de esos raros cineastas que no se consideran autores sino bravos manufactureros de películas.
Bregado como especialista de acción en decenas de cintas, algunas de gran presupuesto, mantiene simultáneamente una prolífica carrera como director y guionista de la que Avengement probablemente sea su máxima expresión hasta el momento.
El drama vengativo entre dos hermanos sirve de excusa para una impecable cinta de acción violenta donde brillan, como no, las innumerables escenas de peleas a puñetazos.
Johnson hace bien lo que sabe hacer bien, filmar la acción. Y para lo demás no repara en imitar con buen gusto referencias conocidas (Terminator, Sin perdón, Warrior, el cine de Guy Ritchie…) y encajarlas en su patrón.
El resultado es un filme rebosante de adrenalina y testosterona, con un guión bien estructurado que desgrana las motivaciones de la venganza y su quita con interés, y que encumbra a Scott Adkins, su actor habitual, como animal cinematográfico.