7 años es la primera película original de Netflix con producción española. Un film con un marcado corte sencillo, sin un gran presupuesto y con una duración de poco más de 70 minutos. Pero una película que te mantiene sentado frente al televisor durante todo momento.
Sinopsis
Cuatro socios fundadores de una empresa dedicada a aplicaciones tecnológicas han estado malversando fondos a una cuenta fiscal. Tras estar a punto de descubrirse a nivel público, deciden contratar a un mediado que les ayude a elegir quien se hará culpable del fraude para evitar que los cuatro permanezcan en prisión durante los próximos años.
A pesar del problema al que se enfrentan, comienzan con una amistad difícil de romper y para ello contratan a una quinta persona para que le ayude a tomar la decisión. Pero poco a poco para evadir la culpabilidad y evitar ir a prisión estos amigos se verán enfrentado unos a otro mientras descubrimos la verdad de cada persona, todo contado por los personajes que no tendrán miedo a rebuscar entre la mierda del pasado para librarse de la cárcel y culpar al otro, al que se supone que era su amigo.
Cartel
Crítica
Al más puro estilo teatral estamos ante una película donde toda la trama depende de la labor de los actores protagonistas. El director transforma un ejercicio de localización única en virtud, ya que nos hace formar parte de la decisión que están a punto de tomar estos cuatro socios.
En una película donde no salimos nunca del espacio principal, los actores Alex Brendemühl, Juan Pablo Raba, Juana Acosta y Paco León consiguen llevar al límite a sus personajes durante sus minutos de protagonismo. Incluso Paco León, conocido por su vena cómica, presenta a un personaje más serio pero con total credibilidad, aunque en algún momento querrás que diga el chiste del día.
Cuando llegamos al final, tras vivir una tensión máxima que ha acabado con los personajes enfrentados unos con otros, se nos resuelve la trama de una manera muy sencilla y que quizás no está a la altura de la expectación creada. Basta una imagen final, sin palabras y de manera secuencial antes de los títulos de créditos finales, para saber que nuestros protagonistas y socios fundadores de la empresa nunca volverán a ser los mismos tras lo sucedido allí.
Una buena película que mantiene una gran nivel de tensión y te hace partícipe de la mediación a la que intentan llegar sus personajes, poniéndote en la piel y opción de cada uno durante unos minutos… para terminar odiando a todos por su falta de escrúpulos y de amistad.